El Intruso
Hastiado, me asomo a la ventana convirtiéndome en intruso de vidas ajenas que discurren en diferentes estadios.
Una joven sirve de maniquí a un montón de ropa sobre la cama.
Se ve bien con un vestido azul eléctrico y se apresura hacia la puerta.
Una pareja de ancianos deja pasar la siesta, mientras un vinilo gira al tiempo de descuento.
Una adolescente recibe a su novio sola, y besándose, danzan torpemente hasta quedarse sin ropa y caer al suelo pegados.
Al rato, el timbre me sorprende.
Una familiar chica de azul pronuncia mi usuario de tinder entre signos de interrogación.
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